Anne J. Cruz (University of Miami)

ANNE J. CRUZ es catedrática del Siglo de Oro y Cooper Fellow en las Humanidades emérita en la Universidad de Miami (USA). Ha publicado una veintena de libros y más de 130 ensayos en revistas y editoriales de renombre. Sus publicaciones más recientes incluyen los colectivos Beyond Spain’s Borders: Women Players in Early Modern National Theaters (2016); Routledge Research Companion to Early Modern Spanish Women Writers (2018) y Espacios de la nobleza en la Monarquía Hispánica (1450–1715) (2021). Es directora de la serie “New Hispanisms” en la editorial Louisiana State University Press y miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia desde 2012.

 

Abstract

Nobleza obliga: la condesa de Aranda y la restauración de los ideales de la aristocracia

El cambio del reinado de Felipe III a Felipe IV en 1620 ocasionó serias inversiones en el ámbito sociocultural nobiliario. El siglo XVII se destacó por las llamadas crisis, tanto políticas como económicas, que provocaron la creación de una nueva nobleza. La capacidad de transformación del estamento nobiliario estribó en la ascensión de nuevas élites de poder, protegidas en su mayoría por las redes familiares privilegiadas que operaban en la corte. Aunque muchos aristócratas trasladaron su residencia de sus estados a Madrid en beneficio propio, otros permanecieron en sus señoríos, resistiendo las atracciones de la corte regia. Estos espacios nobiliarios, lejos de la corte, confirieron a las mujeres la ventaja de participar de lleno en los discursos literarios o políticos tales como el género de los speculum principis, contribuyendo con su crítica y consejo a la reformación de los valores cortesanos.

Mi intervención investiga los escritos de la noble Luisa de Padilla Manrique y Acuña, condesa de Aranda (1590-1646), cuyos seis tratados proponen modelos de comportamiento para la nobleza. Tres de sus libros – su primero, Nobleza virtuosa y los dos que le siguen en secuela, El noble perfecto y la segunda parte de la novela virtuosa y Lágrimas de la nobleza--fueron publicados sin el nombre de la autora en la portada, mientras que los demás tres libros se imprimieron bajo su nombre. Mi intervención se fijará en especial en Nobleza virtuosa (1637) y Lágrimas de la nobleza (1639), cuya voz autorial responde a la crisis de la aristocracia de principios del s. XVII, arremetiendo contra los vicios y alabando la virtud propia en vez de linaje y así preparando una nueva élite en proceso de ennoblecimiento. Si bien es verdad que la condesa permanece en su señorío en Épila, no por ello deja de dedicarse en sus escritos a la vida de la corte, tan lejos de su hogar. Aunque Padilla abogaba por los valores “viriles”, por considerarlos un arma necesaria para combatir la decadente virilidad que observaba en los hombres, la restauración de la nobleza que desea llevar a cabo se basa en una economía práctica. Sus tratados, por tanto, proponen un pragmatismo político por medio del cual se deberá encauzar el comportamiento cortesano.